miércoles

Desvío



Mi búsqueda es permanente. Cada día trato de apaciguar a la hidra que soy, de encontrar el equilibrio entre todas las mujeres que me habitan y pelean a dentelladas por protagonizar. Cada palabra escuchada, cada letra leída, todo abracadabra robado a los ajenos y a los míos se incluye automáticamente en mi manual de vida. Quien conozca a la dueña de este Suave alter ego sabe que ando en esto de hacerme, y de hacerme bien; todos han visto alguna vez la buena gana con la que asumo mis situaciones y las convierto en la experiencia debida.
Últimamente, en esto debuscarme, me encontré más arrogante de lo que me gustaría ser (o al menos de lo que debería ser la buena muchacha que creo ser), algunos amigos me ayudaron a notarlo, otros se fueron y me vi obligada a admitirlo: soy una comemierda. Y emprendí la búsqueda de la humildad, en eso ando los últimos años: aprendiendo de los que saben, aceptando que todos saben algo que yo no sé, asumiéndome una simple pieza de un enorme mecanismo para el que no soy imprescindible.



Pero he de confesar, no sin algo de decepción, que se me hace difícil, duro, ¡burda de pelúo, pana! Y he necesitado asistencia. Para satisfacer a la teórica-metódica, leí una poca de filosofía asiática y hasta hawaiana:
Sólo por hoy,
no te enfades,
no te preocupes,
da gracias,
trabaja honestamente,
sé amable.
Eso está bien, se me da fácil, es bonito y se parece a mí, no hay esfuerzo en esto. Hasta que llego a esos lugares que deberían estar clausurados por el Ministerio de Sanidad, esos donde la gente da pena por la pobreza extrema espiritual que los consume y donde ni siquiera un acto tal de entrega y humildad resulta suficiente para entender y dejar fluir, para dejar pasar sus anodinos comentarios y más absurdas carencias, entonces uno, callaíto, junta índice y pulgar:

"Divino creador, padre, madre, hijo en uno… si yo, mi familia, parientes y antepasados te han ofendido a ti, tu familia, parientes o antepasados en pensamiento, palabra, obra y acción, desde el principio de la creacion hasta el presente, te pedimos perdón".

Este es un trabajo de todos los días, es difícil, y juro que no he abandonado, intento ser fuerte, pero cada lugar que he pisado termina por convencerme de que no me merece, de que soy demasiado para sus habitantes, ¡y no quiero dejarme convencer! ¿es mucho pedir que me batuquéen las certezas? ¿acaso no hay alguien capaz de cachetearme las ideas? Sólo quiero que me quiten la razón, pisar un lugar donde sea yo quien tenga que aprender, yo, que soy nadie. No quiero otro fracaso en este camino de allanarme, de rebajarme el yeso (que ya casi va por bronce).

martes

Página asesina




En un pueblo de escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen, si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.

Julio Cortázar dixit

miércoles

Temas


Creo que es primera vez que me decido a escribir en primera persona explícita y reflexiva en este bloguito. Y la verdad es que quería escribir acerca de los libros que he perdido en mis relaciones, o al finalizarlas, más bien.

Había pensado que la memoria me ayudaría a hacer una lista de los libros que extraño y no volví a ver; tal vez ponerle algo de humor elucubrando las razones por las que me han privado de mis libritos, imaginando situaciones alocadas como una componenda de guapas mujeres que un día decidieron la misión de vaciar mi biblioteca y se están turnando para enamorarme y embaucarme y así desarmar mi pequeño tesoro. Imagino que tienen una cofradía de libroajenarias y se reúnen a leer las anotaciones marginales; olerlos; burlarse de mis variopintos marcalibros: tickets de metro, tinoquitos de 2 bolívares, recibos de cajeros; o a hacer cualquier cosa que se haga con libros que no son de uno.

Pensé que podía contar de primera mano y en omnisciente de aquella vez que, jurungando los libros de mi no arquitecta pareja de entonces me encontré con el "Manual del arquitecto malsano" (o algo así), firmado en la esquina superior derecha de la primera página en blanco con un nombre distinto al de la portadora, quien además ostentaba títulos como "Calculus", "Histología profunda" o "Pesticidas suprasistemáticos" y no, no era matemática, médica ni agrónoma, era una vulgar robalibros caraqueña que ahora también es dueña de unos 20 de los míos.

Pero no, ya no tengo ganas de hablar del tema. Tal vez todo sea parte de un normal intercambio de pasos a lo largo de la vida romántica de cualquier ser humano, tal vez es el costo de tenerle cariño a la gente inteligente, quizás no deba escribir más por el día de hoy, estoy francamente molesta, ¡quiero mis libros!

viernes

Ipanema




Sólo me alienta el deseo divino de hacerte mía

¿Has visto? Buika te canta

Barbie Secretaria



Quién te tuviera, nena, en el regazo:
Lee mi carta, toma mi dictado,
Estar absorta y dueña de tu abrazo,
Pero tú ahora diseñas pal Estado.

Tener de ti siquiera un buen pedazo
Ya parece, más bien, un atentado;
Te rodea el Che, Lenín, cualquier payaso;
¡Pa' quererte hay que ser un potentado!

Barbie linda, regálame un tiempito
Que me tienes aquí, escribiendo versos
Y yo callada me veo más bonita

Bríndame un café, tal vez un cigarrito,
Pero más no me apartes de tus huesos
¡Que extraño las arepas de Rosita!

martes

"Por como te reconozco, por como te determino. por como creo saberte, por como respiras, por lo que te desconozco, por lo que te sé, por lo que te quiero es porque me atrevo a compartir esta sencilla historia, que es la historia de un atormentado pero sosegado amor narrado desde las entrañas del más desconcertante, paralizante humor. Me ilusiona en que al leer esta novela nos evoques. Tal vez sea esta la manera más espléndida de amarte. Porque en el fondo y hasta en la superficie nos parecemos, porque ambos somos furtivos cazadores de sus propios fantasmas: invictos y atrapados (··)".

miércoles

30 hábitos de la gente altamente tierrúa

Sí, como aquel libro del tipo autoayuda escrito por un Stephen Covey que intentaba estimular a la gente a la productividad, pero esta lista no busca estimular, es nada más que una queja. Y no es que queramos erigirnos en autoridad para las buenas costumbres ni revivir a Carreño y su desactualizado manual, pero es que uno se esfuerza por hacer la vida con un nivel de decencia y lo mínimo que esperamos de los congéneres es que no nos dejen solos en el intento de evitar la extinción de la especie, que no nos cubran de basura, que nos permitan mantener la esperanza de ver a nuestros nietos criarse en una sociedad con valores. Está incompleta, pero aquí la lista de lo que no queremos ver hacer a nuestra gente:


-Sacarle las espinillas al novio o novia en lugares públicos: ¿Qué culpa tienen los bancos de las plazas de la falta de higiene y de vergüenza de los adolescentes?
-Mostrar la ropa interior (sostén, pantaletas, boxers, etc): No sé en qué momento estar mal vestido se convirtió en moda.
-No ceder el asiento en el transporte público: Es una cuestión de sentido común: esa señora lleva 60 años cargando su peso con esas mismas piernas, es obvio que está más cansada que tú.
-Alardear de las pertenencias: Toda fanfarria es prueba de inseguridad.
-Llenarse de hijos que no se pueden mantener ni atender: Es decir, criar malandros, mendigos de autobús y demás vainas.
-Botar basura en cualquier lugar no previsto para ello: No sigo porque es tema susceptible y puedo molestarme demasiado.
-Emborracharse hasta perder la conciencia.
-Llevarse los insumos de los hoteles y oficina (papel sanitario, toallas, tintas, resmas de hojas)
-Hablar públicamente de las necesidades del cuerpo y referirse a ellas con palabras como cagar, mear y hasta "miar".
-Usar el ticket del metro como herramienta de higiene.
-Tatuarse las tetas: Y en general todos estos tatuajes "ingenuos" que se tornan verde-azulados. Si alguien ha visto algo peor que esto intentando ser un ornamento, que lo diga.
-Usar el trapo que está de moda y que toooodo el mundo usa: La moda es lo que te queda lindo, niña, no lo que está en la tele.
-Decir palabras como bluma, carriel, chancleta, escaparate, pintalabio, brasiel, colorete...
-Hablar con un alto volumen de voz irrespetando a los congéneres: Sobre todo si es por celular y en el transporte público.
-Aplaudir en el cine y en los vuelos.
-Chuparse los dientes: Ya vengo, voy a vomitar.
-Montar el pie en la pared cuando se está recostado de ella.
-Chancletear: Es que a cada paso se van hundiendo en su propia tierra.
-Toser, estornudar y bostezar sin taparse la boca.
-Llevarse de las fiestas los ceniceros, botellas de whisky, pasapalos (enrollados en servilletas) y centros de mesa (con su respectiva pelea previa).
-Correr en el metro: ¡Uff! Es que no hay que llamarse Manuel Antonio para tener un mínimo de decencia.
-Montar en el Facebook, Hi5 o cualquier perfil público fotos de desnudos y semidesnudos autotomadas.
-Escupir: (espacio abierto para sus comentarios; yo no puedo)
-Fumar en una cola de personas: La gente no hace colas por gusto, entonces por qué amargarles y contaminarles el rato de espera. (Soy fumadora).
-Besarse en público: ¡Y no vengan a decirme que es envidia! Perdonen que no argumente, pero ¡qué de mal gusto!
-Guardarse entre las tetas objetos tan insólitos como bolígrafos y hasta el celular: Ni aunque me rueguen voy a justificar esta falta de amor por el pecho femenino convertido en bolsillo.
-No mantener las sandalias en los pies mientras se está sentado: Sentada, más bien. Nadie les enseñó a estas señoritas un mínimo de decencia pública.
-Ser tuki: Lo que equivale a decolorarse todos los pelos del cuerpo (hasta los tres pelos de barba) sin importar que no hagan juego con la piel morena, vestir pantalones que parecen cosidos encima desde el tobillo hasta casi el pecho, peinarse en forma de casco y atreverse a ponerse mechitas sobre ese insulto a los estilistas, y calzar zapatos insólitos, preferiblemente blancos.
-No usar audífonos para escuchar en público la música del celular: Es que hay mil maneras de ser un malviviente, pero esta es la peor ¿Se acuerdan del anacrónico Casanova 90? pues estos también han perdido la cuenta, el respeto por el otro y hasta la conciencia de que no están solos en el mundo. Este es tema para un post aparte, pero no sé si soporte escribirlo sin convertirme en asesina serial.

lunes

Rómpeme, mátame


Maldita sea
Apenas me asomo a lo que eres

y ya no me contienes

G a s e o s a

Evaporada

I m p a l p a b l e

Un día me fuiste y nimenteraste

Es la última lágrima que va tras de ti
Atesórala; sé que te gustan

Las venas abiertas del coño de tu madre

miércoles

Presente*

No desayuno porque pienso en ti
no almuerzo porque pienso en ti
no ceno porque pienso en ti

no duermo porque tengo hambre


*manuscrito hallado en un libro verde de Serafín Mazparrote

jueves

Mami, dime mami

-¡Ave María Purísima! –dije indignada-. No puede ser que la tengan a una condenada a interpretar lo bonito, Absalón, a escudriñar infamias para entresacar un mensaje amable, a saltar sobre lodo indecible para rescatar palabritas y, en cambio, para recordarte lo pésima persona que una vez fuiste, tu interlocutor se vuelve tan denotativo, tan elocuente que marea, tan diáfano y seguro que hasta tú te convences de que fuiste una mierda y mereces la hoguera.

Freudiano, el treintañero sicoanalista acarició su barba con las yemas (reales a lochas que no tenía puta idea de qué decir), bailó el bolígrafo en la otra mano, empaquetó esos ojos con su pedantería habitual y tras la pausa teatral, antes de oírle regurgitar teorías: "Vete a la mierda, Absalón"... diáfana, elocuente, cogí mi mochila de vainas mías y por aquí ando.

lunes

Cirrostrato



Morena belleza
Subliminal adeca
Flacura inasible
Melena insondable
Minimano abrazada a un wisky




Mar y lembrança
Espuma frágil
Inquieta angustia

viernes

En la torre

Indócil, desgreñada, rebelde
Ella al teléfono permanentemente y yo ausente

Resbaladiza, guabinosa, incogible
Ella siempre en mi puerta y yo caleta

Insurrecta, sublevada, insolente
Ella con sonrisa y flores y yo indócil

Desdeñosa, díscola, fea

Pero mía, mía, mía

martes

Brindo

Vino, vino!
I está aquí!
Salud
Ahhh!

domingo

Redimido cada año

-Está bien, feliz Navidad _gruñó.
-¿Pero cuál es tu problema con lo navideño? _escupió por fin Titina.
-Es que no entiendo la Navidad. No sé por qué la gente necesita ver todo rojo y verde para amar, perdonar y regalar.
-Es el espíritu, es como un gran ánimo colectivo; no puedes evitar ser llevado a "navidadear".
-¡Bah! A mí que me quieran todo el año o que no me quieran nada...
-Por cierto, abre pronto tu regalito; lo escogí con mucho cariño y sé que te va a encantar _dijo Titina ignorando el berrinche, le abrazó, le dio un besito tibio y se fue caminando poco a poco. Cuando ya lo había perdido de vista, buscó en el bolsillo de su chaqueta la pequeña cajita que estaba segura que encontraría allí con la inscripción "Para Titina de G. Mil besos".

lunes

a e o u


El fantasma come i descapuchó su cabeza pustulada y nauseabunda, mostró unos dientes verde-filosos y babeantes, dio unos pasos torpes pero seguros y largó una lengua infinita hasta el alfabeto.

Eco, ruido repetido, gritos, llanto... más lejos se oía la deglución acuosa, gelatinosa, ácida.

Engull i da, com i da, ment i ra, ida.

Se dio la espalda, dejó el abecedario incompleto, escupió el punto y siguió su camino con grandes pies, sin distraerse en nimiedades.

miércoles

Una sola letra

Un día pasó por tu casa
pidió permiso de amarte para siempre
te admitiste incapaz de soltarla
y ya no se quiere ir

¡¡agarra tu mostro!!

Ahí tienes tu cascanueces,
tu arepita con queso y tajada
samba de uma nota só.
Mujer de una sola letra.

domingo

Sevicia


Vendo fantasma ajeno

martes

Sálvate

Participamos constantemente en juegos sicológicos de una manera no consciente. Son una forma de evasión que evita la comunicación sincera y honesta donde se compartan emociones auténticas y no haya manipulación.

El juego de PERSEGUIDOR-SALVADOR-VÍCTIMA explica que a veces no podamos salir de un ciclo de dependencia en nuestras relaciones (laborales, familiares, de pareja) porque esa interacción está basada en un intercambio comunicacional con mensajes ocultos para manipular, que ninguno de los participantes logra identificar conscientemente, por lo que permanecemos en el círculo.

Comienza el juego:

Anita deja caer su vaso de leche, que se rompe y además mancha la alfombra. La mamá se molesta a tal punto que le regaña y pega de tal manera que empieza el caos: “Eres una inconsciente, torpe” (ya asumió su rol de perseguidora).

Anita llora desconsoladamente y gimotea (víctima), es cuando la madre siente culpa por el regaño y las nalgadas que le dio, entonces la abraza y la consuela (llegó la salvadora).

Y puede volverse aun más intrincado si siguen intercambiando roles:

Dice la madre: “Es que es mi alfombra preferida y me costó mucho mandarla a lavar, y ahora tengo que ponerme a limpiar y no tengo tiempo para eso porque debo ir a trabajar para las dos”. Ahora la madre asumió su rol de víctima, por lo que Anita debe ir en su rescate: la abraza, besa, la mira con ojitos de cordero degollado y le promete: “No volverá a pasar, mamita, te juro que tendré más cuidado para que estés feliz” (ahora Anita es la salvadora)…

Así aprendemos que una manera barata de dar y recibir cariño es manipulando desde el castigo, colocando al objetivo en situación de necesidad de amor, dárselo y de allí pasar a un puesto de autocompasión hasta que esa persona que nos ama va en nuestro rescate y nos da el amor que queremos; pero no es difícil, una vez desmenuzado, darnos cuenta de que es trampa, ¡es trampa!

lunes

Amada Tierra

Con cuidado, con amor. Para verte siempre bella y viva. Para amarte y respetarte

sábado

Soy

Soñando

Sol

Son




Solar

Sola

Solaz

jueves

Labios al gusto

Suave
Despacio
Baile húmedo de dos
Alucinadas
Roce mínimo
Paseo suave. Boca entreabierta
Gemido en huída
Narcotizadas
Labios al gusto
apenas se tocan
Labios mojados
Deslizan
Labios tibios
Alientas
A tientas
Suave
Apenas lengua
Ven

martes

Una vez más

Cerró la puerta tras de sí y, apretando impotente los puños, juró jamás volver a la casa de Silvia. Supo, sin embargo, que extrañaría esos rulos dorados toda la vida, que los vería hasta en las morenas y pelirrojas que admitiera en su vida, porque si de algo estaba segura era de que volvería a enamorarse mil veces más esperando hallar en alguien todo lo que Silvia tenía pero no podía darle.

lunes

Otra vuelta

¿Y qué si también soy tristeza? ¿Y qué si negarlo se me escapa?
La vida también es tango; llorar cantando es la consigna.

Aquella fue la última vez que me desconocí, porque hoy vengo con promesas nuevas a reconciliarme con todo lo que soy, y dije todo. Se unirán los que quieran y se alejarán los que no compartan tanto descaro o rechacen tanta lágrima.

Es todo


miércoles

Ángeles urbanos

Viven en las pompas de jabón, en los chocolates con avellanas, en los nudillos frágiles-
Duermen en las nervaduras de las hojas de shiflera o sobre astromelias blancas-
Se alimentan de amaneceres imaginarios y de atardeceres púrpura robados-
Saltan en teclas de caramelo en las tardes grises; en las verdes corretean mariposas-
Le ponen nombre a cada día de sus vidas y recuerdan cada uno-
Se enamoran a medianoche en la autopista, a la altura de Chacaíto-
Construyen en colores sus alfabetos personales que trocan en música a su antojo-
No bailan bajo la lluvia cuando no llueve-
Sólo se les puede ver a través de las pestañas, entornando los ojos y con la cabeza de lado, fíjate bien, seguro hay uno para ti en una cola y tal vez esté saltando entre parachoques.
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martes

Es de verdad

Ni grave ni aguda ni esdrújula; su voz es suave. Si en algún sueño de esos de media tarde hubiese decidido imaginar su voz, estoy segura de que la habría decidido suave... suave y tibia... suave y dulce... suave y bienarticulada... y no habría errado.

Con ese nombre de relato de Pocaterra (que sólo el nombre) la verdad es que se descubre más bien como venida de otro tiempo, compleja y sencilla, intensa y delicada, dulce y tajante... como una muchacha de Bécquer.

Con la piel recién pulida, con la mirada al frente, con la boca limpia de sal, con las ganas nuevas y las manos llenas, con la imagen despejada y el cielo claro, así regreso. Con los ojos más abiertos que al partir y la palabra a flor de labios; vuelvo con la vida nueva a defenderla a dentelladas, decidida a no callar. Te espero en los mismos espacios con las mismas y nuevas ideas, con los mismos y nuevos planes, te espero, siempre te espero, I, casi siempre de verde, te espero en sepia o como vengas, siempre que quieras venir.

sábado

Peregrinas

Estas manos ya no saben dónde estar. Van peregrinas de una tecla a otra, forzando una conexión con las neuronas para evitar atarse a la redondez que tanto añoran.

Estas manos desperdician su tersura ajando soledades, se lanzan al vacío de lo que más temen y aun así jamás olvidan para qué están hechas.

Van y vienen, saben que deben tomar lo que se les presenta. Son manos que esperan sin cesar y que no dejan de hacer. Saben que el descanso nunca llega.

lunes

Lo dice Buda

"Todo fluye, todo cambia, todo nace y muere, nada permanece, todo se diluye; lo que tiene principio tiene fin, lo nacido muere y lo compuesto se descompone. Todo es transitorio, insustancial y, por tanto, insatisfactorio. No hay nada fijo a qué aferrarse".

domingo

Un cuarto para las dos

Te espero, a veces tardas en llegar
no entro aún
doy una vuelta más al rededor de tu centro
entro
siento el encierro de cuatro paredes
y me ahogo un poco con la saliva
hace calor
A veces tardas en llegar
pero a veces llego más temprano
una vuelta más
te espero

jueves

Cuerpos

Tu boca en mi boca
tus sabores en mi boca
tus labios en los míos

mi roce en tu piel
mis dedos en tus hombros
mi beso en tu piel

Tu pelo entre mis manos
mi aliento en tu espalda
en mi centro tu oleaje

martes

Toma lo que tengas

La vida no siempre es lo que esperas que sea. Convivimos con la dualidad entre el ser y el bien-ser. Si no lo hubiese dicho Freud, de todas maneras algún atormentado habría caído en cuenta de que en nosotros conviven varias instancias psicológicas que costantemente se jamaquean entre sí.

El sobradito Superyó quisiera ser visible permanentemente, ¡que todos se enteren de que soy (o quiero ser) la mejor, la que más ama, la que más sabe, la que más perdona y la más bienintencionada de todas! (sí, claro!, diría el Ello). El Ello, en cambio, más humilde y realmente enterado de la situación de las más altas y escondidas esferas de tu ser, a veces preferiría quedarse agazapadito y ser invisible hasta para ti mismo (eso ni lo digas, mijita, no vaya a ser que se cumpla y termines en la cárcel). Al final terminas conformándote con el resultado del Yo.

Así es la vida misma! el resultado de negociar entre el deber ser, lo que quisieras que fuera y lo que es en la realidad. Así son las relaciones: terminas negociando con esa mujer perfecta que debe ser, lo que quieres que sea ella para ti y lo que ella termina dándote.

viernes

Al andar

Que mis pasos me lleven a donde deba estar
que el silencio llegue cuando deba llegar

Sólo camino, sin mirar más allá, dejando fluir,
sin preocuparme demasiado por lo que ya no está,
sin pensar siquiera en lo que ha de venir.

La calma, la suave calma me llega sola con la brisa.
Ya estoy por llegar y sé que estarás ahí, esperándome.

jueves

Las manos de Elisa

Elisa tenía las manos más blancas y suaves que se hayan visto jamás. Eran tan largas y delgadas, más bien interminables, divinamente forradas con una piel tan fina que dejaba ver sus pequeños vasitos sanguíneos; con unos dedos torneados con gracia y coronados con esas uñas cuidadosamente recortadas que terminaban por ofrecer una confianza infinita.

La verdadera aventura era acariciar esas manos. Era talento lo que se necesitaba, no sólo para acceder a ellas sino para al fin complacerlas. Jamás le bastó con un simple roce de los dedos, por muy suave que éste fuera; había que poner toda la energía en la mínima caricia, apuntar todo el cuerpo, dedicar cada pensamiento, mantener firme la mirada: la vida concentrada en una caricia a las manos de Elisa.

martes

Noventa minutos de contemplación

Empiezo a vivir en el mismo momento en que empiezo a ser palabra. Vine buscando hendijas, verbos por donde escaparme; madrigueras, adjetivos que me refugien en el espacio ínfimo de mi verdad.

Es mucho pedirle a noventa minutos de contemplación, pero los lunes se hacen excepciones. Una mano que explica y yo quiero sentir en mis labios , una boca que narra y yo quiero tomar su saliva, una encantadora de serpientes que deja entrever sus piernas como por descuido... tiza sobre el cielo verde... es más de lo que se puede pedir desde este lado de la cátedra.

Del lado donde sólo está ella, también una mirada oculta que me deja soñar en lo que sólo en sueños existe en perfecta sintaxis, semántica preciosa y ortografía impecable. Quince años de distancia dejan de ser excusa cuando gana la urgencia.

Empiezo a vivir en el mismo momento en que empiezo a ser palabra.