jueves

Mami, dime mami

-¡Ave María Purísima! –dije indignada-. No puede ser que la tengan a una condenada a interpretar lo bonito, Absalón, a escudriñar infamias para entresacar un mensaje amable, a saltar sobre lodo indecible para rescatar palabritas y, en cambio, para recordarte lo pésima persona que una vez fuiste, tu interlocutor se vuelve tan denotativo, tan elocuente que marea, tan diáfano y seguro que hasta tú te convences de que fuiste una mierda y mereces la hoguera.

Freudiano, el treintañero sicoanalista acarició su barba con las yemas (reales a lochas que no tenía puta idea de qué decir), bailó el bolígrafo en la otra mano, empaquetó esos ojos con su pedantería habitual y tras la pausa teatral, antes de oírle regurgitar teorías: "Vete a la mierda, Absalón"... diáfana, elocuente, cogí mi mochila de vainas mías y por aquí ando.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué gracioso!
Diviertidísimo, ¡me reí!
Beijos...

Anónimo dijo...

Así es, suave, por ejemplo: para decir adios, sólo tienes que decirlo.

Suave Mujer dijo...

Correspondencia, tenerte aquí ya es divino; que te diviertas, eso sí que es un regalote.

Corotico, y para decir "te quiero" sólo tienes que decirlo, ¿difícil?

Anónimo dijo...

Hola suavecita :) pues déjame decirte que yo no me he reído... Absalón es la conciencia?... sería mejor que tu te hicieras cargo de la tuya jeje es lo que más cuesta no?
Para decir lo que quieras decir sólo se dice y ya, cueste lo que cueste; qué sería de la vida si no mandamos a la mierda a alguien y otro nos manda a la mierda a nosotras? jajajaj, eso si me hizo gracia :-)

Saludos!

Anónimo dijo...

"La razón de la sinrazón que a mi razón se face, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura" Cervantes