domingo

Redimido cada año

-Está bien, feliz Navidad _gruñó.
-¿Pero cuál es tu problema con lo navideño? _escupió por fin Titina.
-Es que no entiendo la Navidad. No sé por qué la gente necesita ver todo rojo y verde para amar, perdonar y regalar.
-Es el espíritu, es como un gran ánimo colectivo; no puedes evitar ser llevado a "navidadear".
-¡Bah! A mí que me quieran todo el año o que no me quieran nada...
-Por cierto, abre pronto tu regalito; lo escogí con mucho cariño y sé que te va a encantar _dijo Titina ignorando el berrinche, le abrazó, le dio un besito tibio y se fue caminando poco a poco. Cuando ya lo había perdido de vista, buscó en el bolsillo de su chaqueta la pequeña cajita que estaba segura que encontraría allí con la inscripción "Para Titina de G. Mil besos".

lunes

a e o u


El fantasma come i descapuchó su cabeza pustulada y nauseabunda, mostró unos dientes verde-filosos y babeantes, dio unos pasos torpes pero seguros y largó una lengua infinita hasta el alfabeto.

Eco, ruido repetido, gritos, llanto... más lejos se oía la deglución acuosa, gelatinosa, ácida.

Engull i da, com i da, ment i ra, ida.

Se dio la espalda, dejó el abecedario incompleto, escupió el punto y siguió su camino con grandes pies, sin distraerse en nimiedades.

miércoles

Una sola letra

Un día pasó por tu casa
pidió permiso de amarte para siempre
te admitiste incapaz de soltarla
y ya no se quiere ir

¡¡agarra tu mostro!!

Ahí tienes tu cascanueces,
tu arepita con queso y tajada
samba de uma nota só.
Mujer de una sola letra.

domingo

Sevicia


Vendo fantasma ajeno

martes

Sálvate

Participamos constantemente en juegos sicológicos de una manera no consciente. Son una forma de evasión que evita la comunicación sincera y honesta donde se compartan emociones auténticas y no haya manipulación.

El juego de PERSEGUIDOR-SALVADOR-VÍCTIMA explica que a veces no podamos salir de un ciclo de dependencia en nuestras relaciones (laborales, familiares, de pareja) porque esa interacción está basada en un intercambio comunicacional con mensajes ocultos para manipular, que ninguno de los participantes logra identificar conscientemente, por lo que permanecemos en el círculo.

Comienza el juego:

Anita deja caer su vaso de leche, que se rompe y además mancha la alfombra. La mamá se molesta a tal punto que le regaña y pega de tal manera que empieza el caos: “Eres una inconsciente, torpe” (ya asumió su rol de perseguidora).

Anita llora desconsoladamente y gimotea (víctima), es cuando la madre siente culpa por el regaño y las nalgadas que le dio, entonces la abraza y la consuela (llegó la salvadora).

Y puede volverse aun más intrincado si siguen intercambiando roles:

Dice la madre: “Es que es mi alfombra preferida y me costó mucho mandarla a lavar, y ahora tengo que ponerme a limpiar y no tengo tiempo para eso porque debo ir a trabajar para las dos”. Ahora la madre asumió su rol de víctima, por lo que Anita debe ir en su rescate: la abraza, besa, la mira con ojitos de cordero degollado y le promete: “No volverá a pasar, mamita, te juro que tendré más cuidado para que estés feliz” (ahora Anita es la salvadora)…

Así aprendemos que una manera barata de dar y recibir cariño es manipulando desde el castigo, colocando al objetivo en situación de necesidad de amor, dárselo y de allí pasar a un puesto de autocompasión hasta que esa persona que nos ama va en nuestro rescate y nos da el amor que queremos; pero no es difícil, una vez desmenuzado, darnos cuenta de que es trampa, ¡es trampa!

lunes

Amada Tierra

Con cuidado, con amor. Para verte siempre bella y viva. Para amarte y respetarte

sábado

Soy

Soñando

Sol

Son




Solar

Sola

Solaz

jueves

Labios al gusto

Suave
Despacio
Baile húmedo de dos
Alucinadas
Roce mínimo
Paseo suave. Boca entreabierta
Gemido en huída
Narcotizadas
Labios al gusto
apenas se tocan
Labios mojados
Deslizan
Labios tibios
Alientas
A tientas
Suave
Apenas lengua
Ven

martes

Una vez más

Cerró la puerta tras de sí y, apretando impotente los puños, juró jamás volver a la casa de Silvia. Supo, sin embargo, que extrañaría esos rulos dorados toda la vida, que los vería hasta en las morenas y pelirrojas que admitiera en su vida, porque si de algo estaba segura era de que volvería a enamorarse mil veces más esperando hallar en alguien todo lo que Silvia tenía pero no podía darle.

lunes

Otra vuelta

¿Y qué si también soy tristeza? ¿Y qué si negarlo se me escapa?
La vida también es tango; llorar cantando es la consigna.

Aquella fue la última vez que me desconocí, porque hoy vengo con promesas nuevas a reconciliarme con todo lo que soy, y dije todo. Se unirán los que quieran y se alejarán los que no compartan tanto descaro o rechacen tanta lágrima.

Es todo


miércoles

Ángeles urbanos

Viven en las pompas de jabón, en los chocolates con avellanas, en los nudillos frágiles-
Duermen en las nervaduras de las hojas de shiflera o sobre astromelias blancas-
Se alimentan de amaneceres imaginarios y de atardeceres púrpura robados-
Saltan en teclas de caramelo en las tardes grises; en las verdes corretean mariposas-
Le ponen nombre a cada día de sus vidas y recuerdan cada uno-
Se enamoran a medianoche en la autopista, a la altura de Chacaíto-
Construyen en colores sus alfabetos personales que trocan en música a su antojo-
No bailan bajo la lluvia cuando no llueve-
Sólo se les puede ver a través de las pestañas, entornando los ojos y con la cabeza de lado, fíjate bien, seguro hay uno para ti en una cola y tal vez esté saltando entre parachoques.
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martes

Es de verdad

Ni grave ni aguda ni esdrújula; su voz es suave. Si en algún sueño de esos de media tarde hubiese decidido imaginar su voz, estoy segura de que la habría decidido suave... suave y tibia... suave y dulce... suave y bienarticulada... y no habría errado.

Con ese nombre de relato de Pocaterra (que sólo el nombre) la verdad es que se descubre más bien como venida de otro tiempo, compleja y sencilla, intensa y delicada, dulce y tajante... como una muchacha de Bécquer.

Con la piel recién pulida, con la mirada al frente, con la boca limpia de sal, con las ganas nuevas y las manos llenas, con la imagen despejada y el cielo claro, así regreso. Con los ojos más abiertos que al partir y la palabra a flor de labios; vuelvo con la vida nueva a defenderla a dentelladas, decidida a no callar. Te espero en los mismos espacios con las mismas y nuevas ideas, con los mismos y nuevos planes, te espero, siempre te espero, I, casi siempre de verde, te espero en sepia o como vengas, siempre que quieras venir.

sábado

Peregrinas

Estas manos ya no saben dónde estar. Van peregrinas de una tecla a otra, forzando una conexión con las neuronas para evitar atarse a la redondez que tanto añoran.

Estas manos desperdician su tersura ajando soledades, se lanzan al vacío de lo que más temen y aun así jamás olvidan para qué están hechas.

Van y vienen, saben que deben tomar lo que se les presenta. Son manos que esperan sin cesar y que no dejan de hacer. Saben que el descanso nunca llega.

lunes

Lo dice Buda

"Todo fluye, todo cambia, todo nace y muere, nada permanece, todo se diluye; lo que tiene principio tiene fin, lo nacido muere y lo compuesto se descompone. Todo es transitorio, insustancial y, por tanto, insatisfactorio. No hay nada fijo a qué aferrarse".

domingo

Un cuarto para las dos

Te espero, a veces tardas en llegar
no entro aún
doy una vuelta más al rededor de tu centro
entro
siento el encierro de cuatro paredes
y me ahogo un poco con la saliva
hace calor
A veces tardas en llegar
pero a veces llego más temprano
una vuelta más
te espero

jueves

Cuerpos

Tu boca en mi boca
tus sabores en mi boca
tus labios en los míos

mi roce en tu piel
mis dedos en tus hombros
mi beso en tu piel

Tu pelo entre mis manos
mi aliento en tu espalda
en mi centro tu oleaje

martes

Toma lo que tengas

La vida no siempre es lo que esperas que sea. Convivimos con la dualidad entre el ser y el bien-ser. Si no lo hubiese dicho Freud, de todas maneras algún atormentado habría caído en cuenta de que en nosotros conviven varias instancias psicológicas que costantemente se jamaquean entre sí.

El sobradito Superyó quisiera ser visible permanentemente, ¡que todos se enteren de que soy (o quiero ser) la mejor, la que más ama, la que más sabe, la que más perdona y la más bienintencionada de todas! (sí, claro!, diría el Ello). El Ello, en cambio, más humilde y realmente enterado de la situación de las más altas y escondidas esferas de tu ser, a veces preferiría quedarse agazapadito y ser invisible hasta para ti mismo (eso ni lo digas, mijita, no vaya a ser que se cumpla y termines en la cárcel). Al final terminas conformándote con el resultado del Yo.

Así es la vida misma! el resultado de negociar entre el deber ser, lo que quisieras que fuera y lo que es en la realidad. Así son las relaciones: terminas negociando con esa mujer perfecta que debe ser, lo que quieres que sea ella para ti y lo que ella termina dándote.